VIERNES 27 DE JULIO DE 2018
Las exigencias laborales constantes, sumadas a las responsabilidades en el hogar, llevan a que la mujer viva expuesta a situaciones de estrés, que, peligrosamente, no identifica como amenaza para su salud. Los especialistas recomiendan más chequeos y mejor manejo de las presiones de la vida
Toda profesión puede exponer a las mujeres a situaciones de estrés, sumado a que -al retornar al hogar- muchas continúan con responsabilidades que no les permiten reponerse del agotamiento de la jornada laboral. Además, como existe menos conciencia sobre su riesgo cardiovascular, muchas no controlan sus factores de riesgo.
A diferencia del colesterol o la hipertensión arterial, el estrés es un factor de riesgo cardiovascular difícil de cuantificar, pero presente en la mayoría de las profesiones actuales. Particularmente, la mujer puede verse expuesta a exigencias constantes en su lugar de trabajo, con el agravante de que al retornar al hogar se encuentra con responsabilidades que no le dan respirar.
El estrés es un factor de riesgo cardiovascular difícil de cuantificar, pero presente en la mayoría de las profesiones actuales
Cada profesión demanda diferentes habilidades y preparaciones, así como también supone distintos riesgos. Algunas requieren determinada destreza física y entrenamientos. Otras, como las que incluyen tareas en una oficina, pueden representar una rutina sedentaria con muchas horas frente a un escritorio. Ambas quizás generen niveles elevados de estrés, por más diversos que sean los estímulos que los desencadenan.