VIERNES 14 DE JULIO DE 2017
Tiene múltiples causas y su resolución puede depender del momento en la que se la diagnostica
Las palpitaciones son sensaciones que todas las personas sienten a lo largo de la vida. Característicamente, se describen como anormalidad o irregularidad en los latidos del corazón.
Las palpitaciones suelen ser inofensivas. Aunque son motivo de preocupación para quienes las sufren, en la mayoría de los casos no suelen estar relacionadas a algún problema serio.
Algunas personas refieren que los episodios de palpitaciones les duran apenas algunos segundos, mientras que otras dicen que persisten durante varios minutos. Asimismo, hay quienes sufren palpitaciones reiteradas veces por día, lo cual suele ser un motivo de alarma.
Las causas son diversas y varían según la situación particular de cada persona. Se pueden dividir en seis grandes grupos, entre los cuales se encuentran el aspecto emocional -ansiedad, estrés, nerviosismo- y la medicación que toma el paciente -inhaladores para el asma, antihistamínicos, antibióticos, antidepresivos y algunos jarabes para la tos pueden ser motivo de palpitaciones-. Además, el estilo de vida que lleva la persona -el alto consumo de cafeína, de alcohol y de algunas drogas-, así como también los cambios hormonales -menopausia, períodos menstruales y embarazo- pueden causar palpitaciones. Por último, si las palpitaciones se presentan en un paciente que sufre problemas cardíacos, como arritmia, problemas en las válvulas del corazón, anteriores infartos o enfermedades cardíacas congénitas, o si entre las condiciones médicas generales de la persona se encuentran anemia, bajos niveles de potasio y de azúcar en sangre, bajos niveles de oxígeno o de dióxido de carbono en sangre, el paciente puede sentir palpitaciones.
El tratamiento dependerá de los factores que causen las palpitaciones. Del mismo modo que las causas, se dividen en tres categorías: preventivo, con medicación y, en algunos casos en particular, una intervención quirúrgica.
Con respecto a la prevención, suelen ser suficientes cambios en el estilo de vida, como dejar de consumir cafeína, alcohol u otras drogas, dormir lo suficiente, hacer actividad física, dejar de fumar, reducir estrés y ansiedad.
En caso de que el paciente requiera medicación, el médico puede prescribir algún medicamento, como es el caso de los betabloqueantes, que se utilizan para reducir el ritmo cardíaco.
La intervención quirúrgica se utiliza solo en casos en que las palpitaciones son severas y persistentes; existen indicaciones particulares para pacientes que no tienen expectativas de mejorar con medicación.